El contorno de ojos es una de las áreas más delicadas y sensibles del rostro. La piel en esta zona es más fina y propensa a mostrar signos de envejecimiento, fatiga y deshidratación. Es fundamental instruirnos sobre los hábitos que pueden perjudicar esta área y aprender a mantenerla hidratada y saludable.
Frotarse los ojos: Este hábito puede causar irritación e inflamación. Frotar los ojos con frecuencia puede romper los vasos sanguíneos pequeños, lo que lleva a la aparición de ojeras y bolsas.
Uso excesivo de pantallas: La luz azul emitida por dispositivos electrónicos puede contribuir a la fatiga ocular y al envejecimiento prematuro. Esto se traduce en líneas finas y sequedad en el contorno de ojos.
Exposición solar sin protección: La falta de protección solar puede acelerar el envejecimiento prematuro. Los rayos UV dañan el colágeno y la elastina, lo que resulta en arrugas y flacidez.
No desmaquillarse adecuadamente: Dejar residuos de maquillaje en el área del contorno de ojos puede obstruir los poros y provocar irritaciones. Es esencial utilizar un desmaquillante suave específico para esta zona.
Dormir mal o poco: La falta de sueño afecta la circulación sanguínea, lo que puede resultar en ojeras y un aspecto cansado. Además, dormir boca abajo puede aumentar la presión sobre el área ocular.
Alimentación inadecuada: Una dieta baja en antioxidantes y nutrientes esenciales puede afectar la salud de la piel. La falta de hidratación también contribuye a un contorno de ojos seco y apagado.
La hidratación de la piel en general es fundamental para que la barrera protectora se vea más fortalecida y flexible, sobre todo en el contorno de ojos que es un área delicada: “Si mantenemos una hidratación adecuada en esta zona vamos a conseguir, además mantener el poder de auto hidratación cutáneo –algo esencial para la piel en general–, fortalecer los mecanismos de defensa del contorno, reducir los signos de fatiga y dejar la piel más lisa y rellena”, explicó la experta en cuidados de la piel, Yolanda Franco, a la revista Vogue.
Usa una crema específica para el contorno de ojos: Busca productos que contengan ingredientes hidratantes como ácido hialurónico, glicerina, o ceramidas. También puedes optar por fórmulas con antioxidantes como la vitamina C o E.
Aplica suavemente: Usa el dedo anular, ya que es el que tiene menos fuerza, y aplica una pequeña cantidad de producto con toques suaves. Evita frotar la piel.
Mantén la piel limpia: Asegúrate de limpiar bien tu rostro antes de aplicar cualquier producto. Esto ayuda a que los ingredientes penetren mejor.
Hidratación interna: Bebe suficiente agua a lo largo del día para mantener tu piel hidratada desde adentro.
Masajes suaves: Realiza masajes suaves en el área del contorno de ojos para estimular la circulación y ayudar a la absorción del producto.
Evita irritantes: Mantente alejado de productos que puedan irritar la piel, como aquellos con fragancias fuertes o alcohol.
Protección solar: Usa protector solar en el rostro y considera un producto específico para el contorno de ojos que ofrezca protección UV, ya que la exposición al sol puede deshidratar y dañar esta delicada área.
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