¿BARRIGA HINCHADA? ESTAS SON LAS RAZONES (Y NO SIEMPRE SON GASES)

La sensación de tener la barriga hinchada es, sin duda, una de las más incómodas y molestas que podemos tener. Pero es que, además, es también una de las más comunes. De hecho, se estima que afecta a alrededor del 80 % de la población. 

La hinchazón o, usando un término más específico, la distensión abdominal, no suele ser algo grave ni habitualmente está relacionado con un problema de salud. Ahora bien, hay que tener presente que cuando es algo que se produce muy a menudo o de una manera intensa, lo más conveniente es acudir a un experto para que indague en el caso concreto y así poder tratarlo de la manera más personalizada posible.

Causas principales más allá de los gases

Aunque, efectivamente, el origen más habitual de la barriga hinchada lo encontramos en los gases, lo cierto es que no es el único motivo. La causa puede hallarse dentro de un amplio abanico que va desde en un desequilibrio hormonal, hasta un mal hábito, como puede ser comer deprisa. 

A continuación, hemos recogido algunas de las posibles causas que devienen en la molesta distensión abdominal:

  • Acumulación de gases. Siempre que comemos o bebemos se forman gases. Es natural. El cuerpo, además de los alimentos, también traga aire, y ese aire se va acumulando en el abdomen. La cuestión es que hay alimentos que favorecen más la producción de gases, como por ejemplo, los carbohidratos (especialmente los refinados), las verduras crucíferas como la coliflor o el brócoli, o las legumbres, como los garbanzos, las judías, las lentejas o la soja. 
  • Comer demasiado rápido. Hace ya mucho tiempo que se perdió la costumbre de tomarnos nuestro tiempo para comer. Un hábito que se ha sustituido por hacerlo a toda velocidad, engullendo. El problema es que eso es del todo incorrecto, por dos razones principales: una, porque favorece la formación de gases al tragar más aire entre los bocados de alimento; y otra, porque la sensación de saciedad llega más tarde de lo que debería haciendo que comamos más de lo que necesitamos, lo que se traduce en un aumento del riesgo de sobrepeso. 
  • Tomar bebidas con gas. Además de los alimentos que favorecen la formación de gases y del modo (y velocidad) con que los comemos, las bebidas carbonatadas son verdaderas fábricas de gases, y por ende, de hinchazón abdominal. Recuerda que la mejor bebida que puedes elegir es el agua, y en el caso de querer variar, opta mejor por bebidas sin gas y con bajo contenido en azúcar. 
  • Una dieta con poca fibra. La fibra es un nutriente fundamental en lo que a la regulación del tránsito intestinal se refiere. O dicho de otro modo, tomar la cantidad suficiente de alimentos con fibra es la clave para evitar el estreñimiento y, en última instancia, la hinchazón. Alimentos ricos en fibra son la mayoría de las frutas y verduras.
  • Retención de líquidos. Otra de las posibles causas relacionadas con tener la barriga hinchada es la acumulación de líquidos. Esta puede deberse a diferentes razones, entre ellas, pasar mucho tiempo de pie o sentada, el exceso de sal o de azúcar en la dieta, o tener problemas de circulación linfática.
  • Intolerancias alimentarias. Padecer una intolerancia alimentaria es otro de los motivos más habituales que explican una barriga hinchada, ya que el consumo de determinados alimentos puede producir molestias estomacales, así como un vientre hinchado. Dos de las intolerancias más frecuentes son a la lactosa (azúcar de la leche) y al gluten.

más movimiento y una dieta adecuada

Dos de las principales vías que pueden ayudarnos a bajar la hinchazón abdominal son la alimentación y el ejercicio físico. Y es que, como ya apuntábamos unas líneas más arriba, es fundamental, movernos. El sedentarismo es el origen de infinidad de trastornos, entre ellos, la hinchazón abdominal. Practicar deporte con regularidad, o simplemente, llevar una vida activa, sin duda, juega a favor del vientre plano. 

Por otro lado, la dieta es clave, del mismo modo que los hábitos de vida. Así, en la comida es importante reducir el consumo de sal, beber al menos dos litros de agua al día, moderar el consumo de legumbres, incluir frutas y verduras en la alimentación diaria, y por supuesto, evitar el consumo de frituras y alimentos ultraprocesados. 

Alimentos que deshinchan

También las hierbas aromáticas favorecen la digestión haciendo que disminuyan los gases y la hinchazón. Algunas de las más útiles para aderezar los platos son: orégano, salvia, hinojo, anís estrellado, menta, estragón, laurel, etc. Solo tienes que añadirlas en los guisos de legumbres, estofados, salteados de verdura o postres.

Por último, los alimentos probióticos también son un gran aliado para contrarrestar el efecto globo de los alimentos que favorecen la hinchazón. Y es que una microbiota alterada dificulta la digestión y facilita la formación de gases. Recuerda que son muchos los alimentos que aportan probióticos. Entre ellos, los pepinillos encurtidos, el yogur, el kéfir, el kimchi o el chucrut.

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